Conoce los principales hitos de la industria del salmón

La industria del salmón actualmente es un sector pujante dentro de la economía de Chile. Pero no siempre fue así. Aquí te contamos los inicios y los desafíos que la salmonicultura debió y debe enfrentar día a día en nuestro país.

¡Conoce la historia de la salmonicultura en Chile!

La salmonicultura actualmente es una de las áreas productivas con mayor crecimiento y aporte productivo del país. Sin embargo, fue un largo camino el que se tuvo que recorrer para que este sector pudiera despegar. ¡Te invitamos a conocer un poco más sobre el origen, desafíos e hitos de la salmonicultura en nuestro territorio!

El origen del salmón chileno

El salmón fue introducido hace muchos años en Chile, en el siglo XIX, pero con fines recreativos en ríos y lagos. Recién a mediados de la década de 1970 se inicia la ruta hacia la actividad acuícola industrial. En el proceso participaron el sector privado, el Estado y la academia.

Fue en los 80 cuando la Fundación Chile lideró la instalación de empresas de capitales nacionales y de países como Japón, Noruega y Estados Unidos. Así, comenzó un emergente cultivo de salmónidos. Para ello, fueron fundamentales universidades locales e internacionales, como la University of Washington o la Oregon State University.

El aporte que realizaron en investigación y desarrollo fue clave, permitiendo que el cultivo de salmón pasara de la captura en ríos y lagos a una producción en sistemas cerrados. Los primeros centros de cultivo comenzaban a funcionar.

Rápido crecimiento de la producción de salmones

En 1985 comienza la fase comercial inicial, con 36 centros de cultivo operando y una producción que se elevó a las 1.200 toneladas. Al año siguiente, en 1986, nace la Asociación de Productores de Salmón y Trucha de Chile, que en 2002 pasó a llamarse SalmonChile.

Eso sí, no todo era perfecto. Había dificultades para operar en áreas rurales costeras, debido a que las concesiones marítimas no siempre se otorgaban. También hubo complejidades para trasladar infraestructura, en particular las balsas jaulas, debido a que los caminos en la zona del sur estaban en un estado precario en la época.

En 1987 la Fundación Chile comienza a tomar acciones para generar conciencia en grupos de interés sobre la importancia de la salmonicultura. En 1989 se promulga la ley general de pesca y acuicultura.

En 1995, se da otro paso relevante, con la creación del Instituto Tecnológico del Salmón (Intesal), que se convertiría en un actor clave en el desarrollo de nuevas tecnologías para la industria.

Dificultades y nuevo ciclo

El sector de los salmones en Chile vivió una crisis entre 2007 y 2010 debido a la epidemia causada por el virus ISA. También conocida como anemia infecciosa del salmón, se vio desencadenada por el ingreso de enfermedades al territorio nacional.

Este virus se expandió en poco tiempo, afectando con mucha fuerza al salmón del atlántico. El impacto dejó al 60% de los centros sin funcionamiento y una pérdida relevante de fuentes de empleo.

El complejo escenario del virus ISA derivó en una rápida reacción del sector del salmón, que buscó implementar en poco tiempo numerosas medidas para mejorar prácticas y 

normativas. El Instituto Tecnológico del Salmón jugó un rol relevante en ello.

A partir de 2011, se dio inicio a una nueva regulación sanitaria y de mejoramiento ambiental, post virus ISA.

Para mejorar lo que se estaba haciendo, se buscó optimizar los criterios de: 

  • Eliminación de peces
  • Zonificación.
  • Detección temprana del virus y de las cepas dominantes
  • Tratamientos coordinados contra el piojo del mar
  • Inicio de desarrollo de vacunas
  • Control de siembras
  • Ajuste de densidades. 

Junto a ello, también se desarrolló con bancos un proceso de repactación financiera, tanto para productores como proveedores. De esta forma, se logró superar una crisis de tres años.

La salmonicultura chilena no solo recuperó, sino que superó sus indicadores de productividad, consolidándose como un pilar clave en la economía del sur del país y reafirmando su relevancia en el desarrollo regional y nacional.

El modelo de producción actual se fundamenta en una regulación más robusta y un enfoque renovado de gobernanza que reconoce el rol central de las comunidades y el medioambiente.

Este modelo no solo prioriza una relación más equitativa y participativa con los territorios, sino que también busca armonizar la producción con la conservación. A través del desarrollo constante de la investigación e innovación, el sector está trazando un camino hacia una sostenibilidad que integra el bienestar social, la salud ambiental y el progreso económico.

En 2017, se marcó un hito con la publicación del primer informe de sustentabilidad de la salmonicultura chilena, estableciendo un estándar de transparencia al presentar los principales indicadores de operación y reafirmando el compromiso del sector con una gestión sostenible y responsable.

Actualmente, Chile se ha consolidado como el segundo productor mundial de salmón, con un 35% del mercado. También, es la segunda mayor exportación del país en las últimas dos décadas, siendo superada solo por la minería del cobre.

Contenido relacionado

Descubre los principales mercados de la salmonicultura

La salmonicultura exporta a decenas de países alrededor del mundo. Entre ellos se encuentran las principales economías, como Estados Unidos, Japón, China y Brasil, entre otros. Te invitamos a conocer más sobre este apasionante aspecto de la producción de salmón.

La salmonicultura del futuro: desafíos para el 2050

La salmonicultura llevó adelante diálogos sobre el porvenir de todo lo que rodea a la producción de salmón, por lo que congregó para escuchar a múltiples personas y organizaciones de la zona sur del país. Conoce sobre los principales temas tocados en los encuentros.